El cine mira y recuerda la Guerra de Malvinas
El film de Rodrigo Fernández Engler se suma a las
representaciones
cinematográficas
del conflicto bélico
PARA LA NACION
MARTES 04 DE ABRIL DE 2017
El cine argentino vuelve a posar
la mirada en la Guerra de las Malvinas, una cuestión sobre la cual se han
construido variadas representaciones cinematográficas a lo largo de todos estos
años. Soldado argentino sólo conocido por Dios, la película de
Rodrigo Fernández Engler que se conocerá pasado mañana, y QTH, un
film de Alex Tossenberger con lanzamiento previsto para mayo, son los
acercamientos más recientes del cine local al conflicto de las Malvinas,
doloroso capítulo de una época que transitó por primera vez desde la
ficción Los chicos de la guerra (1984), dirigida por Bebe
Kamín.
Las historias de jóvenes que
fueron a combatir a las islas y las posteriores secuelas que aquella traumática
experiencia provocó en sus vidas están en el corpus argumental de casi toda la
filmografía sobre esa contienda, tanto ficción como no ficción. En esas
historias se apoyaba el film de Kamín, desgarrada radiografía de toda una
generación. Y en esas historias también abreva Soldado argentino
sólo conocido por Dios, largometraje protagonizado por Mariano Bertolini,
Sergio Surraco, Florencia Torrente, Fabio Di Tomaso y Hugo Arana, centrado en
el drama humano de tres jóvenes (dos de los cuales son amigos desde la
infancia; uno está próximo a ingresar en Bellas Artes y se pone de novio con la
hermana del otro, que a su vez, ha decido hacer la carrera militar), cuyos
destinos se verán transformados para siempre por la guerra del Atlántico Sur.
Entre este último film y aquel de
1984 hubo sobre todo numerosas producciones documentales relacionadas con el
tema Malvinas (una lista conformada, entre muchos otros, por títulos como Hundan
al Belgrano, de Federico Urioste; Malvinas, historia de traiciones,
de Jorge Denti; Malvinas, historia de dos islas, de Diego
Alhadeff; Locos de la bandera, de Julio Cardozo, y No tan
nuestras, de Ramiro Longo). En tanto que desde la ficción, directa o
tangencialmente, las marcas del conflicto bélico emergieron una y otra vez a lo
largo de tres décadas en películas como La deuda interna, de Miguel
Pereira; El visitante, de Javier Olivera; Pozo de zorro, de Miguel
Mirra; Fuckland -dirigida por José Luis Márquez, se promocionó
como la primera producción filmada con una cámara digital clandestinamente en
las islas-; Palabra por palabra, de Edgardo Cabezas, e Iluminados por
el fuego, de Tristán Bauer, inspirada en el libro homónimo del ex
combatiente y periodista Edgardo Esteban, y encabezada por Gastón Pauls, un
sólido relato en clave de drama bélico, un género usualmente transitado por
megaproducciones hollywoodenses.
Colectivo vulnerable
Soldado argentino sólo conocido por Dios
también se instala en el territorio del cine de ficción bélico, y en términos
de producción redobla la apuesta en las escenas de bombardeos, que alcanzan un
grado de verosimilitud infrecuente en el cine argentino. El espanto de la
guerra, las experiencias de los soldados en el campo de batalla y después de la
contienda bélica son algunos de los aspectos que se plantearon los coguionistas
del film, Ivana Galdeano y Rodrigo Fernández Engler, al recrear episodios de la
vida real en esta película, con la que se proponen "rescatar la figura del
ex combatiente como parte de un colectivo vulnerable de la sociedad", así
como rendir "un homenaje a los soldados que fueron y lucharon; a los
quedaron y a los que volvieron y hoy viven entre nosotros", según agrega
el director santafecino, también realizador de Cartas a Malvinas,
filmada en 2007.
Desde otra perspectiva elige
mirar Alex Tossenberger las huellas dejadas por el conflicto de las Malvinas en
su largo QTH, que se anticipa como un drama en torno de un
suboficial, un cabo y dos marineros que durante la guerra tienen la misión de
cuidar y controlar la entrada estratégica del canal de Beagle, mientras
permanecen aislados, con escasos recursos y la amenaza latente de invasión de
las tropas inglesas, que terminará desencadenando una situación extrema en el
grupo de argentinos.
"Estos cuatro personajes
(interpretados por Osqui Guzmán, Jorge Sesán, Juan Manuel Barrera y Gonzalo
López Jatib) alejados de los centros urbanos, en un lugar de una belleza
increíble muy próximo a las islas Malvinas, recrean el padecimiento, la
incertidumbre, la violencia, el abandono y el despertar de las actitudes más
heroicas en un momento de extrema tensión en nuestro país", explica el
director y guionista del film a estrenarse el 18 de mayo, para quien además, la
Guerra de las Malvinas "fue mucho más que disparos y movilización, fue
también, y sobre todo -subraya el cineasta-, el impacto traumático en toda una
sociedad y generación que aún trata de simbolizar los acontecimientos". El
cine argentino evidentemente todavía tiene mucho para contar al respecto.
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